Si tienes la oportunidad de vivir en un palacio, ¡disfrútalo!.
Si no la tienes, disfruta de una choza y la choza se convertirá en palacio. Lo que establece la diferencia es el placer. De modo que, aunque vivas bajo un árbol, disfrútalo. No te pierdas ni el árbol ni las flores ni la libertad ni los pájaros ni el aire ni el sol.