Hay días en que se siente el peso cuando eres madre de familia y todo te fastidia, como cuando estás en el teléfono y uno de los chicos entra a decirte que si lo puedes llevar a tal lado, o el bebé llora, que si le das esto o aquello, como si no fuera obvio que en ese momento estás ocupada y por dentro piensas: "¿qué no ves que estoy en una llamada?", obviamente no, ni lo toman en cuenta; igual si estás cocinando, o limpiando, recogiendo los juguetes por tercera vez en el día, lavando un plato, cambiando un pañal...; parece que fueras una persona invisible; la mamá invisible.